Noticia: Suman proyecto para aprovechar la soja

Ambito Financiero, 05/05/04

Una propuesta con le fin de colaborar con la FAO en la lucha contra el hambre en el mundo fue presentada por Jesús Leguiza, Secretario Ejecutivo de la Fundación FEDERAR, aprovechando la visita del director Genral de la FAO, Jaques Diouf, organismo con de Nacione Unidas y con sede en Roma (Italia).

La soja es un cultivo milenario originario del Lejano Oriente que ha proliferado por todos los continentes. En América, los principales productores y exportadores son Estados Unidos, Brasil y la Argentina. Este último el el principal productor muncial de aceite de soja y subproductos.

La mayor utilización de los granos se destina a la alimentación animal. Sin embargo, hoy en día, la soja empezó a llamar la atención de los nutricionistas, para complementar la alimenación humana. Aquí, en la Argentina, se ha logrado una trascendente innovación tecnológica. Por iniciativa privada se creó un procedimiento (proceso industrial) único de tostificación del grano de soja que permite que el mismo mantenga casi el 100 % de las proteínas originales, es decir hasta un 40 % de su propio peso. El grano de soja, previo al consumo, debe ser cocido para eliminar el exceso de actividad uréica y la antitripsina, que es una enzima inhibitoria de la tripsina, la cual es generada por el organismo para permitir la absorción de la proteínas.

Además las proteínas de soja son solubles en agua, lo cual implica que los procedimientos habituales para su «desactivación», la cocción, ocasionan la pédida de la mayor parte o casi la totalidad de la proteínas. El proceso industrial, creado por el Ing. Juan Sirne, quien cuenta con el apoyo de FEDERAR, permite la elaboración de granos de soja tostado por aire caliente (enteros, triturados, y/o en polvo). La caracteística distintiva es haber logrado un poducto intgral y precocido que puede ser consumido directamente.

Este producto innovador constituye la base ideal para la provisión de alimentos a gran escala y a bajo costo, incluso minimiza los costos de trasporte y de cocción de los alimentos; es ideal para las zonas de muchas necesidades y escacéz de energía para cocinar, es decir leña.

Leguiza, ofrecio la tecnología innovadora a la FAO para ayudar a combatir el hambre; y, por sobre todo, la desnutrición en el mundo. Es importante destacar dijo a Diouf: «que el hambre se combate con hidratos de carbono y la desnutrición con proteínas  Esta tecnología permitirá, por ejemplo, que el Plan Hambre Cero de Brasil tenga verdadera consistencia técnica y factbilidad económica. Lo mismo se podrá realizar en innumerables países a través del Plan alimentario Mundial  que administra su organización»

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