Un tema siempre vigente: proteccionismo y librecambio

Jesús Leguiza -FEDERAR – 25/05/2007

A tres años del bicentenario de la revolución del 25 de mayo de 1810, el tema de proteccionismo vs. librecambio todavía está vigente. En el año 1974, León Rebollo Paz ha escrito un artículo en el diario La Nación sobre un riquísimo debate parlamentario suscitado en 1876, en oportunidad de discutirse la Ley de Presupuesto para 1877, básicamente el tema de derechos aduaneros.

Este debate es recordado, decía el autor del artículo, por “la jerarquía de los discursos, por la vehemencia en la defensa de posiciones, por la poderosa dialéctica utilizada y por la calidad intelectual con que se trató el tema y, además, con gran amplitud de criterios, al menos hasta ese momento”. Participaron a favor de la libertad de comercio el entonces Ministro de Hacienda, Norberto de la Riestra, que explicó el proyecto del Poder Ejecutivo, apoyado por Lucio V. Mansilla y otros; la otra posición, en cambio, estaba defendida por Carlos Pellegrini, Miguel Cané y Vicente Fidel López. También participaron Marco Avellaneda, Emilio Villafane, y Funes, Alcorta, Madero y San Román.

La Comisión de Presupuesto modificó el proyecto de ley, elevando los derechos de importación a ciertos artículos a los efectos de favorecer la industria nacional (calzados y vestimenta). Es aquí donde se plantea el tema siempre vigente: los derechos de importación con fines de recaudación vs. los derechos de importación confines de promoción de actividades económicas locales. En realidad todo es cuestión de medida y de adecuado equilibrio entre las finanzas del estado y el balance de pagos de un país. En términos actuales, la conjunción de las políticas económicas centrales: la política fiscal y la política monetaria.

Pellegrini informó el despacho de la Comisión e inmediatamente, De la Riestra argumentaba que “en realidad no se protege a la industria nacional sino que es estimula el contrabando” y, por parte, “el proteccionismo, para la incipiente industria local, favorece a mil fabricantes y perjudica a 200.000 personas que deben pagar más caro por los productos que consumen”.

Fidel López se explayó sobre la importancia del trabajo de los habitantes para la creación de la riqueza nacional. Mansilla, por su parte decía: “los países de inmigración, no pueden ser países proteccionistas. aunque admitía el gravamen con fines de renta. Avellaneda, a su vez, sostenía que “todos los pueblos del mundo han empezado por ser pastores, luego agricultores y posteriormente manufactureros. Es la evolución natural, pero que no se produce ni se acelera por medios artificiales”.

Este debate parlamentario ha tenido una repercusión enorme, se comentó durante largo tiempo en los medios de comunicación, en las universidades y hasta la misma ciudadanía participó activamente en las interpretaciones. Lo rescatable ha sido las opiniones ilustradas, de alta calidad aunque con objetivos encontrados.

En realidad todas las posiciones, tanto de ese momento como las discusiones actuales se deben a la búsqueda dinámica de posiciones de equilibrio de las principales variables económicas determinantes de la renta y el empleo, determinantes de la situación crecimiento o estancamiento del país, del Producto Bruto Interno (PBI) y el Ingreso Nacional Neto (INN), sin dejar de pensar que se vive en un mundo interrelacionado con intercambios comerciales y financieros múltiples y concurrentes entre distintos países.

En la actualidad el proteccionismo está vigente en la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea y de Estados Unidos, frente al resto de las economías del resto mundo o emergentes para evitar que, con mano de obra y costes más baratos, la agricultura o agroindustria, por ejemplo, y hasta la misma industria manufacturera pueda competir libremente. Este es uno de los debates abiertos en la Organización Mundial del Comercio (OMC), toda vez que tal nivel de protección impide el desarrollo de las economías más pobres, tema vigente casi 150 años después de la discusión parlamentaria del Proyecto de Ley de Presupuesto para 1877.

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