¡Arreglar la deuda no arregla nada!

Los que encuentran que la deuda pública es causa de todos los males distorsionan la realidad, se mienten a sí mismos y a la población, que termina confudida.

Los primeros «buitres» son los que gobiernan y gobernaron que quieren «quitas», p.ej. Nestor Kirchner, para cancelar con el FMI, se endeudó con Venezuela a tasas de interés el triple de altas, o sea, préstamos muchísimo más caros.

Los acreedores, por otra parte, aflojan «un poco», un poquito por lástima de los pocos países bobos que cultivan este autoengaño.

Ahora, dentro de días pretenderán inundar con noticias sobre el «éxito» de la refinanciación. NO se pagó nada y las quitas, de pura lástima, no fueron nada. Es por ello que ni siquiera les interesa a los tres grupos de acreedores que se diga que los planes económicos no sirvan o no gusten. Estos grupos -el Grupo Ad Hoc (BlackRock), el Exchange Group (Monarch) y parte de los integrantes del Comité de Acreedores de Argentina- poseen tres cuartas partes de nuestra deuda de vencimiento en 2020.

Un plan, sobre todo para el pensamiento intervencionista, es la hoja de ruta para alcanzar una meta. El país está a la deriva, no tiene meta. Ningún viento le vendrá bien.

El problema no es la deuda ni quien nos endeudó, fueron todos los gobiernos (desde la época de Rosas).

El tema es cómo pagar los intereses anuales, cómo generar confianza para que el riesgo país sea bajo y, por ende, los intereses.

En fin, cómo haremos para lograr sucesivas balanzas de pagos con suficiente superávit, si estamos en un marco de políticas monetarias y fiscales que caminan en contra de las inversiones reales (nacionales o extranjeras) y en contra de exportaciones competitivas, que se originan en el campo.

JL

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