El viento y la veleta

Como el mundo es
redondo, se aconseja
no situarse a la izquierda de la izquierda,
pues, por esa pendiente, el distraído
suele quedar de pronto a la derecha
.

Se han dado casos. Se repiten tanto

en estos tiempos de confusa urgencia,

que el que quiere cambiar la flor de mano

debe ejercer la ciencia y la paciencia.

Pero no en breves raptos o relámpagos

ni a palos con el águila agorera,

tampoco en conversadas salamancas

de sexo y saxo y de pilosa niebla.

Esas raras maneras del hartazgo

suelen ser distracciones pasajeras,

síntoma tipo de que el ocio endémico

sustituye la historia por la histeria.

Hay que ser consecuente con la furia!

Escoger entre el viento y la veleta.

Será una metáfora, una ironía o una metáfora irónica de Armando Tejada Gómez ?

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