Ya no saben qué hacer, cuando los precios de la macroeconomía deberían ser únicos. Debe existir una sola tasa de interés que vincule la economía real con la economía monetaria y debe existir un único tipo de cambio que vincule la economía doméstica con la economía internacional.
Sin embargo, cuando existen tipos de cambio multiples como dólar comercial, financiero y turístico ya es un desorden en materia de política cambiaría.
Imagínense el inconmensurable despelote que se provoca en el sistema económico cuando a este se le inyectan múltiples y desordenados tipos de cambio: dólar oficial, dólar BNA, dólar contado c/liquidación, dólar MEP, dólar Solidario, dólar tarjeta, dólar Libre, dólar «soja:, dólar Qatar, dólar blue …
Sobrevivimos un verdadero desquicio económico. A manera de analogía, es como inyectar al cuerpo humano de manera desordenada una gran cantidad de «remedios» sin tener claro el problema, el diagnóstico. Se demuestra la falta de sentido común de los responsables de la administración del Estado Nacional, que de tan recurrente se ha vuelto permanente.
En octubre, con el vencimiento las Leliq y cuando el Gobierno no disponga de pesos para pagar dichos papeles la economía, que está en terapia intensiva y con respirador artificial, entrará en colapso.
Habrá que llamar al mayor de los sacerdotes para que dé el sacramento de la Iglesia Católica: la unción con el óleo sagrado a la fiel economía que se halla en inminente peligro de muerte, y rece por su alma.
Ya verán!!
Sigan con la cantinela de reclamos de planes «trabajar», de tomar espacios públicos, ministerios, colegios y con huelgas o bloqueos sindicales sin sentido, «combatiendo al capital» y a las empresas.
Qué vamos hacer cuando el gobierno nacional logre que cierre la mayoría de las empresas y dónde miercoles va a trabajar la gente, incluso la que protesta como los padres de la idiota del Colegio Mariano Acosta.
