Todas las entradas de: Jesús Leguiza

Hace 60 años

El 29 de septiembre de 1959, Nikita Khrushchev pronunció un discurso dirigido a los paises demoliberales en la sede de Naciones Unidas.

“…Los hijos de tus hijos vivirán bajo el comunismo. Ustedes los occidentales son tan crédulos que no aceptarán el comunismo directamente pero seguiremos alimentándoles con pequeñas dosis de socialismo hasta que finalmente despertarán y descubrirán que ya tienen comunismo para siempre.

No tendremos que pelear con ustedes. Debilitaremos tanto su economía hasta que caigan como fruta madura en nuestras manos.
La democracia dejará de existir cuando les quiten a los que están dispuestos a trabajar y se lo den a aquellos que no».

¿Cómo se llega al comunisno creando un Estado socialista sin usar las armas?

Son ocho (8) los niveles de control para lograr ese socialismo:

1) Atención médica: controla la atención médica y controlarán a las personas.

2) Pobreza: aumenten el nivel de pobreza lo más alto posible. Las personas pobres son más fáciles de controlar y no lucharán si se les proporciona lo indispensable para que coman.

3) Deuda: aumenten la deuda a un nivel insostenible. De esa manera, pueden aumentar los impuestos, y esto producirá más pobreza.

4) Control de armas: eliminen la capacidad de defenderse de vuestras naciones. Y así pueden crear un estado policial.

5) Bienestar: tomen el control de todos los aspectos (alimentos, vivienda, ingresos) de sus vidas. Eso los hará totalmente dependientes del gobierno.

6) Educación: tomen el control de lo que la gente lee, escucha. Aseguren el control de lo que los niños aprenden en la escuela.

7) Religión: eliminen a Dios de vuestras vidas, en los gobiernos y en las escuelas. La gente necesita creer sólo en el socialismo, convencidos de qué es lo mejor para ellos.

8) Promuevan la lucha de clases: dividan a las personas entre ricos y pobres. Eliminen la clase media, esto causará más descontentos y será más fácil gravar a los ricos con el apoyo de los pobres.

¡Algo parecido vivimos en este país!

Acuerdo de precios y salarios

El gobierno recibe a gremios y empresarios. ¿Para qué ?

Los primeros en intentar acuerdos de precios y salarios fueron los sumerios y los babilonios hace más de 4.000 años con sus códices. Luego siguieron los egipcios con la Ley de Bronce de hace 1.000 años a.c. En el otro lado del mundo, China e India hacían lo mismo como también en la antigüa Grecia y el Imperio Romano en el año 449 a.c. con su Ley de las Doce Tablas.

En la edad moderna son conocidos los fracasos de Canadá, EEUU, Inglaterra, Francia, Australia, Alemania, Rusia, Checoslovaquia. El caso de otros tres países entre las dos guerras mundiales: Nueva Zelanda, Japón y Brasil.

En Alemania, el régimen de Adolf Hitler aplicó en 1936 el «Preis-Stop», un congelamiento general a través de 7 mil decretos que fijaban los precios de cada producto; a pesar de los duros castigos instaurados no se pudo reducir la inflación.

En la URSS el régimen soviético dispuso precios fijos para cientos de miles de productos. Las consecuencias: el costo de vida en las ciudades aumentó 65% entre 1927 y 1937.

Ni mencionar a Argentina que inaguró, a fines de los años ’40, un largo y sostenido periodo inflacionario que dura hasta ahora, (excepto la década de 1990).

Por más de 4.000 años en el mundo entero e independiente a la ideología, el control de «precios y salarios» fue saltando de fracaso en fracaso.

Lo único que provocaron, los «acuerdos de salarios y precios» fue desabastecimiento de insumos o productos, mayor pobreza e inflación descontrolada.

En la antigüedad fueron los faraones, reyes, tiranos. En la actualidad son los gobiernos, democráticos o autocráticos. Que son los únicos facultados para emitir dinero y gastar más allá de sus posibilidades.

Los gremios, que representan a los asalariados, y/o los empresarios, ya sean éstos agricultores, intermediarios o comerciantes no son causantes o responsables de la inflación.

Burros, burros y burros !!!

Argentina exportadora de carnes rojas

Hasta 1970 Argentina fue el primer exportador mundial de carne vacuna. El consumo interno, promedio de la década del ’70, era de 78 kgs. por habitante/año. El record histórico se alcanzó en 1956 con 101 kgs. p/hab/año.

Hoy, no se llega a los 50 kgs. y se prohibe la exportación, disminuirá la producción e igual aumentarán los precios.

La confianza se gana gramo a gramo y en muchos años. Ahora, se perdió de a kilos en pocos años.

Brasil, que apenas figuraba en las estadísticas históricas, se frota las manos.

El problema no es la exportación de carnes; es el gasto público y la emisión monetaria.

¿Vivir con lo nuestro?

Prohibir las exportaciones de carne es volver a cometer el mismo error de política económica.

Otra vez y otra vez…!!!

En varias oportunidades de la historia se ha repetido esta estupidez, tanto en materia de cortes de carnes como de trigo para pan, arguyendo que con ello se controla los precios internos y, por ende, la inflación.

En el 2007 se prohibió la exportación de carnes, las cuales solo constituyen un porcentaje menor respecto a la producción total.

Resultado: disminuyó en 12 millones el stock ganadero que todavía hoy, casi 15 años después, no se puede recuperar. Y los precios no bajaron!!!

Lo mismo sucedió con la exportación de trigo cuyo destino era Brasil, antigüo y leal cliente de Argentina.

Resultado: nuestro principal cliente compró trigo subsidiado de Canadá y el área sembrada disminuyó a la mitad. Y los precios no bajaron!!!

Genios actuales con la idea precaria y equivocada de «vivir con lo nuestro», en un mundo globalizado.

Victoria pírrica

La emisión monetaria es la más grande de los últimos 30 años. En todo el 2020 y en lo que va del 2021 cada peso de déficit fiscal se transformó en un nuevo peso emitido por el Banco Central.

Ello es así porque la recaudación tributaria cayó y sigue cayendo, porque las necesidades del Tesoro crecen y porque no hay acceso al mercado para colocar deuda pública.

Con el agravante de que se instaló la idea precaria e infantil que la emisión de dinero no genera inflación. Idea tan ridícula como la de establecer metas de inflación para controlar la inflación.

La pandemia de coronavirus, por otra parte, dejó al Gobierno con una sola vía para conseguir fondos: emitir dinero.

De paso, a manera de digresión, también sirvió para tener a todos los que deben tener libertdades civiles encerrados, aterrados y sin vacunas. Y libres y vacunados a los que tienen que estar presos. La «victoria» política que buscan.

Como proporción del PBI, es la expansión monetaria más importante en las últimas tres décadas.

Es de esperar que la situación económica explote y seguramente será peor que la crisis de fines del 2001.

Ya no nos puede salvar el FMI y muuuuucho menos el PAPA, el primero no hace magia y el segundo no puede ni quiere hacer milagros.