Todas las entradas de: Jesús Leguiza

Doble indemnización

La doble indemnización vs. el cierre de empresas: las consecuencias de una incoherencia.

Las medidas tomadas por el gobierno para evitar los despidos de empleados por la menor actividad económica, a causa de la cuarentena eterna, ha provocado consecuencias o efectos colaterales muy dañinos y no previstos.

Las empresas deben pagar doble de indemnización por cada empleado despedido, medida ratificada en varias oportunidades, incluso hace pocos días. Pero las empresas, a su vez y en general, han perdido mucho dinero por menores ventas y/o por nula actividad debido a la cuarentena. Resultado: miles empresas cerradas, concursos de acreedores y pedidos de quiebra. (restaurantes, tiendas, talleres, abogados y cientos de actividades declaradas no esenciales).

Resulta que por la ley 20.744 toda empresa que cierra o quiebra tiene la obligación de pagar indemnización, pero en este caso solo el 50 o/o de lo que corresponde a un despido sin justa causa.

Aquí surge la incoherencia y precaria decisión; situación agravada porque las empresas ya no toman empleados nuevos ni siquiera en negro. En lugar de evitar despidos que sin duda hubieron, no se tomaron ni tomarán nuevos empleados y las empresas que cierran o declaradas judicialmente en quiebra indemnizarán con solo el 50 o/o.

¡El remedio es peor que la enfermedad!

Deuda impagable

Ahora dicen que la deuda heredada es impagable, qué pelotudos, por Dios !! Como si estos ineptos no se hubieran endeudado.

La dueda desde Rivadavia hasta los últimos gobiernos, ya sea, del Proceso Militar, de Alfonsín, de Menen, de Duhalde, de Kirchner, de CF de Kirchner, de Macri y la actual de CFK siempre se renueva total o parcialmente, se pagan los intereses, cuando se puede.

Estos gobiernos se endeudan con créditos externos (deuda externa), con créditos internos (que compiten con el sector privado) y/o emiten dinero, la peor de todas las duedas, porque queda en el aire, es etérea. Nunca se dice quien es el culpable, obviamente siempre es el gobierno de turno.

Ni el FMI, ni el club de París ni ningún organismo bancario nacional o internacional, como tampoco ningún ahorrista o bonista, nacional o extranjero nos obligan a endeudarnos. Nos endeudamos por PELOTUDOS.

Se endeudan los gobiernos porque son populistas y porque gastan más de que cobran de impuestos; los cuales, a esta altura de la historia, ya no se pueden aumentar más porque ahogan a los que verdaderamente producen: el campo, la industria, el comercio, etc.

Desde principios del 2020 el país emitió cifras incalculables que no pueden ser repudiadas o culpar compulsivamente a Macri porque se estarían putuando a sí mismos. Hipocresía total y absoluta. Una barbaridad, una deuda incontrolable.

Cualquier gobierno, cualquiera sea, no produce nada, solo gastan e invierten mal el dinero público. Hasta regalan lo que no les pertenece. Me pregunto, porqué no regalan la plata suya, sus sueldos, dietas, o patrimonios; al contrario gastan el dinero de otros; además son murciélagos sanguijuelas, garrapatas y toda clase de chupasangre del Estado.

Los políticos y gobernantes son un conjunto de parásitos que se creen dueños del dinero público porque fueron elegidos por votantes comprados y fanáticos.

Esto no da para más. Dejen al país en pazzzzz !!!

¡Basta de CUENTOS CHINOS !

Basta de CUENTOS CHINOS, basta de mentiras perversas !

El Ministro de Hacienda se reune en estos días con ‘inversores» en Nueva York. Y luego, en Washington, para no «pagar» al FMI, para qué? si igual no nos cobrarán, siempre otorgan prórrogas.

Quién querrá INVERTIR en Argentina cuando la macroeconomía es un desmadre; no pueden controlar la inflación explícita y solapada debido a la emisión de dinero desenfrenada.

Todavia no entienden los burros del gobierno «democrático-autocrático» que la inflación es un fenómeno monetario y que el único que tiene el poder monopólico de emitir dinero y crear dinero secundario o bancario es el mismo gobierno.

Además, quieren distraer a la población pasiva, entregada y sin vacunas que se tomarán medidas para evitar que suban los precios con controles de las cuentas de las empresas. Ya sea con «acuerdos de precios y salarios» o con «verificaciones» de sus compras de insumos, materias primas, procesos, stocks y precios de salida de fábrica.

Todo está CANTADO para repetir el fracaso secular y recurrente.

Ello agravado con un NUEVO aumento porcentual del impuesto a las ganancias y la caprichosa y tramposa falta de actualización de los mínimos no imponibles desde hace largo tiempo.

Para terminar, el FMI nos dará plazo solo para evitar la caída, como piezas de dominó, de varios países que querrán lo mismo y evitar que el sistema económico y monetario internacional se ponga en riesgo.

La Generación del ’80 y la década de Menem

No se entiende que el Estado debe dejar de mortificar al campo y permitirle trabajar en paz, sin retenciones y sin inflación.

Hubieron dos únicos procesos transformadores en la historia de Argentina: los realizados por generación del ’80 y las transformaciones institucionales y económicas de la década de 1990 realizadas por la dupla Menen-Cavallo.

Ambos procesos tuvieron sus grandes aciertos y grandes errores.

Con el primero se consolidó la formación del país, hubo estabilidad, inversión extranjera directa en la red de ferrocarriles y energía eléctrica. Los trabajadores inmigrantes, tanto en el campo como en las ciudades, sentaron las bases para el nacimiento de una gran la clase media, única en América Latina.

Los Presidentes fueron:
Roca (1880-1886)
Juárez Celman (1886-1890)
Pellegrini (1890-1892)
Luis Sáenz Peña (1892-1895)
Uriburu (1895-1898)
Roca, 2da (1898-1904)
Quintana (1904-1906)
Figueroa Alcorta (1906-1910)
Roque Sáenz Peña (1910-1913)
De la Plaza (1913-1916)

La generación del ’80 necesitó 25 años y 10 Presidentes.

En la década de 1990 con Menen (1989-1999) se realizaron también grandes y profundas transformaciones adaptadas a la finalización de la guerra fría; etapa en la que se distingue Domingo Cavallo. Un Presidente y solo 10 años.

Esas transformaciones todavía sobreviven independiente a las estigmatizaciones, denostaciones y relatos sesgados.

Del país agroexpotador de granos de antes al país agroalimentario de hoy, que genera el 61% de las divisas y crea riqueza equivalente al 16, 3% del PBI.

El viento y la veleta

Como el mundo es
redondo, se aconseja
no situarse a la izquierda de la izquierda,
pues, por esa pendiente, el distraído
suele quedar de pronto a la derecha
.

Se han dado casos. Se repiten tanto

en estos tiempos de confusa urgencia,

que el que quiere cambiar la flor de mano

debe ejercer la ciencia y la paciencia.

Pero no en breves raptos o relámpagos

ni a palos con el águila agorera,

tampoco en conversadas salamancas

de sexo y saxo y de pilosa niebla.

Esas raras maneras del hartazgo

suelen ser distracciones pasajeras,

síntoma tipo de que el ocio endémico

sustituye la historia por la histeria.

Hay que ser consecuente con la furia!

Escoger entre el viento y la veleta.

Será una metáfora, una ironía o una metáfora irónica de Armando Tejada Gómez ?