«El problema de Argentina no fueron los ´70 años de Peronismo´, sino los ´120 años de Oligarquía´».
Esta frase es de Alan Beattie, ex economista del Bank of England y hoy editorialista del prestigioso periódico inglés, el «Financial Times»
En su libro “Falsa Economía: una Sorprendente Historia Económica del Mundo”, Beattie se pregunta por qué Argentina no fue EEUU y su respuesta es simple: mientras EEUU repartió la tierra en parcelas pequeñas, Argentina se la dio a unas pocas familias.
“EEUU favoreció a colonos usurpadores, Argentina a terratenientes”. El resultado inmediato fue que mientras en EEUU la poca tierra obligaba a innovación para optimizar y mejorar ganancias, al latifundio argentino le alcanzaba con vacas, ovejas y alambre de púa.
“Las economías rara vez se hacen ricas solo con agricultura, Gran Bretaña había mostrado el camino: industrialización” pero las élites argentinas rechazaron la industrialización para seguir mamando de la teta de la explotación agropecuaria latifundista.
“Entre 1880 y 1914 el sistema político norteamericano se adecuó dinámicamente a los cambios y las demandas de su población. El sistema argentino permaneció obstinadamente dominado por una minoría autocomplaciente”.
Dice Beattie que EEUU hubiese sido como Argentina si el Sur racista confederado hubiese ganado la Guerra Civil. Al final de la 1ra guerra, las exportaciones de granos y carne cayeron. Al final de los 1920s, las exportaciones ya eran 2/3 menos. EEUU ya había comenzado un proceso de recambio económico. Las elites argentinas la rechazaron.
EEUU había comenzado su recambio económico con industrialización, y al final de la 1ra Guerra invirtió ahorros propios en quedarse con industria europea (si recursos después de la guerra) y se posicionó como potencia mundial. La Argentina oligárquica desapareció del mundo.
Además de haber invertido sus primeros años de bonanza en un recambio industrial y usar esos recursos para adueñarse de la industria del mundo destruida por la guerra, EEUU ya era una economía de escala. Argentina no fue nada de eso. Lo dice un economista liberal del Financial Times, nada cerca del “populismo”, todo lo contrario.
Los que encuentran que la deuda pública es causa de todos los males distorsionan la realidad, se mienten a sí mismos y a la población, que termina confudida.
Los primeros «buitres» son los que gobiernan y gobernaron que quieren «quitas», p.ej. Nestor Kirchner, para cancelar con el FMI, se endeudó con Venezuela a tasas de interés el triple de altas, o sea, préstamos muchísimo más caros.
Los acreedores, por otra parte, aflojan «un poco», un poquito por lástima de los pocos países bobos que cultivan este autoengaño.
Ahora, dentro de días pretenderán inundar con noticias sobre el «éxito» de la refinanciación. NO se pagó nada y las quitas, de pura lástima, no fueron nada. Es por ello que ni siquiera les interesa a los tres grupos de acreedores que se diga que los planes económicos no sirvan o no gusten. Estos grupos -el Grupo Ad Hoc (BlackRock), el Exchange Group (Monarch) y parte de los integrantes del Comité de Acreedores de Argentina- poseen tres cuartas partes de nuestra deuda de vencimiento en 2020.
Un plan, sobre todo para el pensamiento intervencionista, es la hoja de ruta para alcanzar una meta. El país está a la deriva, no tiene meta. Ningún viento le vendrá bien.
El problema no es la deuda ni quien nos endeudó, fueron todos los gobiernos (desde la época de Rosas).
El tema es cómo pagar los intereses anuales, cómo generar confianza para que el riesgo país sea bajo y, por ende, los intereses.
En fin, cómo haremos para lograr sucesivas balanzas de pagos con suficiente superávit, si estamos en un marco de políticas monetarias y fiscales que caminan en contra de las inversiones reales (nacionales o extranjeras) y en contra de exportaciones competitivas, que se originan en el campo.
Es necesario aclarar algunos conceptos con números para evitar que el término fuga de capitales sea utilizado con tanta mala leche, sobre todo por los políticos, funcionarios y fanáticos oficialistas.
Existen tres formas o métodos distintos para medir la fuga de capitales:
a) El BCRA lleva una cuenta denominada Formación de Activos Externos (FAE). Esta cuenta registra las divisas (moneda extranjera) que salen del sistema financiero.
b) El método residual de la Balanza de Pagos considera como fuga a todos los dólares que ingresaron al país y no se sumaron a las reservas del Banco Central, es decir, no ingresaron al sistema financiero nacional.
c) El tercer método para medir la fuga es una estimación del INDEC mediante la Posición de Inversión Internacional, que “intenta» medir el valor de los activos que tienen los argentinos en el extranjero.
La fuga puede ser legal o ilegal. Las divisas (dólares) pueden salir o no entrar por las fronteras o quedarse dentro de los límites del país.
Ejemplos de fuga de capitales:
a) Empresas nacionales o extranjeras que giran sus ganancias o resguardan sus activos
b) Empresas nacionales o individuos que invierten en otros países.
c) Exportadores que dejan el producido de sus ventas o partes de las mismas en el exterior o sub-facturan (ilegal)
d) Importadores (algunos) que sobre-facturan sus compras (ilegal)
e) Narcotráfico, tanto la salida de drogas como el no ingresos de divisas. (ilegal)
f) Argentinos que hacen turismo o compran dtos en otros países
g) Residentes (ciudadanos) que protegen sus ahorros en divisas (dólares) que ni siquiera salen de país (cajas de seguridad, colchones, etc.)
La fuga de capitales es desde siempre. El primer préstamo que la Argentina tomó fue el empréstito de la Baring Brothers de Inglaterra por 1.000.000 de libras esterlinas. Al país ingresó solo la mitad. Qué pasó?… Comisiones, gastos (mínimos) y casi todo corrupción.
Para aclarar el panorama y sin carga ideológica, en la Argentina actual y solo desde el 2003 al 2007, durante la presidencia de Néstor Kirchner, la fuga de divisas fue de US$ 17.250 millones. Durante la primera presidencia de Cristina F. de Kirchner la salida de divisas fue de US$ 70.135 millones y en su segundo mandato fue de US$ 14.775 millones (con cepo), un total de US$ 84.900 millones. Y, en el periodo presidencial de Macri la salida de divisas fue de US$ 87.469 millones, todo según los registros del BCRA.
Cuando no existe confianza en los gobernantes y/o en sus políticas económicas se fugan capitales. Más controles más fuga, a mayores controles se multiplica la corrupcion
Por último, un ejemplo sencillo: Si mañana, los 45 millones de argentinos compraran o pudieran comprar tan solo 100 dólares c/u para resguardarse de la inflación, en bancos o cuevas, se estarían fugando 4.500 millones de dólares. Los dólares «guardados en el colchón» constituyen una porción pequeña.
La fuga es consecuencia de la desconfianza y las malas políticas !!
Al igual que la deuda externa o la emisión monetaria sin respaldo, no son la causa de los problemas. La única causa son los excesivos gastos del estado.
Lamentablemente la solución está en manos de problema !!!
Se calcula que existen, en el exterior, más de 400.000 millones de dólares de argentinos, principalmente de empresas, cifra que es el doble de los registros o estimaciones oficiales.
No se puede esperar el fin de la pandemia, para tener un plan, no habrá. Se seguirá con «cuarentenas» por un largo tiempo.
Se necesita un plan económico AHORA, en forma inmediata, con reformas estructurales creíbles y así bajar la incertidumbre.
El PLAN debe ser para poner en marcha la recuperación económica en un plazo mínimo de 3 o más años con una clara estrategia y medidas coherentes sin relatos ni mensajes contradictorios.
La ESTRATEGIA será aplicar políticas heterodoxas e instrumentos pragmáticos, a saber:
MEDIDAS SOCIALES:
-Permitir la libre circulación de la población, movilidad responsable para volver al trabajo y ayudar a las empresas y cuentapropistas que ya quebraron.
-Controlar los planes sociales obligando trabajar a los beneficiarios y limitar los AUH a 3 por familia.
-Controlar por número de DNI y vínculo familiar para evitar la duplicación de las ayudas. No usar a punteros como “intermediarios”.
-Los que reciben dichos planes y jubilaciones sin los 30 años de aportes y otros subsidios del Estado deben ser excluídos de los padrones electorales.
MEDIDAS MACROECONOMICAS:
-El BCRA debe se independiente para cuidar el valor transaccional de la moneda.
-Eliminar el cepo del mercado de cambio, liberar la cotización de dólar y permitir usar como moneda reserva de valor.
-Reducir los impuestos nacionales a solo el IVA, ganancias, a los capitales, bienes personales e impuestos internos. Los provinciales deben ser solo ingresos brutos, sellos e inmobiliario urbano; y, las tasas por servicios e inmobiliario rural para los municipios.
-Arreglar el refinanciamiento de la deuda externa para que el sector privado pueda disponer de financiamiento.
-Atraer la Inversión Extranjera Directa (IED) solo para inversiones reales. Las inversiones financieras extranjeras tendrán plazo mínimo de salida, 3 años y sin posibilidad de especulación por demanda de préstamos del Estado.
-Permitir la libre exportación, sin impuestos a la exportaciones (retenciones) y limitar la importación a insumos y bienes que no se producen en el país.
-Compromiso del Estado para no endeudarse internamente ni emitir para financiar déficits fiscal.
-Promover las exportaciones con los productos competitivos que ya existen y limitar las importaciones solo a bienes e insumos que no se producen en el país.
Así se controlará y se bajará la inflación. Las expectativas negativas se reducirán y no presionarán sobre las tasas de interés y el tipo de cambio.
-Con inflación y tasas bajas se incentivará la INVERSION PRIVADA para reabrir empresas y ocupar la capacidad productiva ociosa.
-Con la INVERSION PRIVADA y la poca INVERSION PUBLICA posible se iniciará la recuperación del EMPLEO y el poder adquisitivo de los salarios, y aumentará el CONSUMO.
-Promover las exportaciones con los productos competitivos que ya existen y emprendimietos de energias renovables, comunicaciones, biotecnlogía, tecnologias sustentables y economía de conocimiento.
MEDIDAS MICROECONOMICAS:
-Congelar por 3 años los procesos judiciales abiertos y por abrirse de quiebras y demandas por deudas y acreencias.
-Facilitar acceso al crédito de corto plazo, menos de un año o de acuerdo a la rotación de periodos venta-cobranza de los negocios.
-Postergar el pago de impuestos vencidos y los nuevos vencimientos con moratorias a 36 meses.
-Reducir los aportes patronales y cargas sociales. Permitir la libre asociación y aportes a los sindicatos.
ROL DEL ESTADO:
-EL Poder Ejecutivo cumplirá sus funciones con solo 8 Ministerios: Seguridad, Justicia, Salud, Educación, Economía (Hacienda, Producción, Obras Públicas, Comercio Interior y Exterior, Agricultura, Minería e Industria, Trabajo), Asistencia Social, Relaciones Exteriores y Jefatura de Gabinete.
-Cada Ministerio dispondrá de 3 Secretarías y cada Secretaría de 6 Subsecretarías. Las mismas integradas por 3 o 4 Direcciones Nacionales con empleados esenciales, no militantes.
COMPROMISO POLITICO:
-No aprovechar la situación, como hasta ahora, con la autopromoción política para las próximas elecciones.
-Que los Diputados propongan y apoyen leyes para el bien general, el pueblo.
-Que los Senadores propongan y apoyen leyes para sus respectivas provincias.
Estas son medidas que deben estar contenidas en los anuncios oficiales, son medidas necesarias aunque no suficientes. La crisis actual es muy grave y la recuperación será muy lenta y difícil.
Esta situación es igual al arreglo que el Estado quiere lograr con la deuda externa, solo que en este caso se trata de una empresa privada entre tantas miles.
El conocido avance del gobierno sobre el sector privado es evidente y encierra un mensaje negativo para toda la actividad productiva del país y para los compradores/clientes extranjeros.
Vicentín, como ya casi todo el mundo conoce, es un acopiador de granos y productor de aceite y pellets (harina) de soja, entre otras actividades productivas y comerciales. Es una de las empresas que se encuentra entre los grandes jugadores de las exportaciones del sector agrícola.
Los argumentos utilizados para su “intervención” son falaces:
1) Soberanía alimentaria. 2) Referente de precios de la materia prima, granos de soja. 3) Gran deudor irregular del Banco de la Nación Argentina. 4) Manejo irresponsable de la tercera generación de dueños/accionistas y directivos. 5) Cuidar para que no caiga en manos extranjeras. 6) Evitar que la empresa pare sus actividades y deje trabajadores en la calle. 7) Es de utilidad pública e interés nacional.
Vamos punto por punto:
-La soberanía alimentaria o seguridad alimentaria es un concepto que viene desde las guerras mundiales y está referido a los países que son compradores de alimentos provenientes de otros países, o sea, se abastecen mayormente en el exterior, durante y después de guerras, y/o por falta de recursos naturales propios.
Este no es el caso de Argentina, que es un exportador neto de alimentos. Cuando conviene, se dice que produce alimentos para 400 millones de habitantes.
-Referente de precios de la materia prima, es decir la soja en granos, también es falso. Una empresa privada aunque llegue a tener participación estatal no puede imponer precios de referencia para el total de los productores de soja del país y se maneja con precios internacionales.
Es irracional que compre más caro para que marque un precio mínimo indicativo. Así terminó la Junta Nacional de Granos (JNG), con millones de dólares de déficits porque intervenía en el mercado. No así la Junta Nacional de Carnes (JNC) sustituida ahora por el Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
-Manejo irresponsable de la tercera generación de dueños/accionistas y directivos. Todas las empresas tienen varias formas de financiar la compra de bienes de capital o materias primas. Cuando se usó todo el capital propio de los dueños/accionistas, éstos solicitan prestamos a bancos públicos, privados, nacionales extranjeros, a proveedores, y hasta pueden pedir adelanto a los compradores.
En otro ámbito, pueden colocar debentures y nuevas acciones en la bolsa. Sucede que en este país toda financiación es imposible, la tasa de interés real es muy alta y ello no permite la financiación bancaria. O las utilidades deben ser excepcionalmente atractivas para que las nuevas acciones o los debentures resulten beneficiosos.
El verdadero problema es el excesivo gasto público y el déficit fiscal que se financia con deuda externa o interna. La desconfianza en los gobiernos genera un riesgo país alto y los préstamos de los bancos locales resultan carísimos con tasas de interés muy altas, costo al que las empresas privadas no pueden acceder.
-Gran deudor irregular del Banco de la Nación Argentina, puede ser; como también que el Banco se haya sobrepasado prestando más de lo que permiten las reglas del Banco Central. Esto es penalizable y los Directivos del BNA deberán afrontar los juicios o demandas correspondientes; los anteriores y los actuales.
No obstante, el BNA puede cobrar sus acreencias comprando acciones o haciendo ampliar el capital accionario de la empresa.
-Cuidar que “caiga en manos extranjeras”. Los ferrocarriles, las redes de agua potable, de electricidad, los subterráneos, la explotación del petróleo se hicieron con capitales extranjeros, que en su momento eran empresas de otros países, sobre todo de Inglaterra.
Mientras exista una gran diferencia entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio real, y abusos con alta presión fiscal no habrá ningún interesado en realizar inversiones en Argentina, ya sean ciudadanos con dólares en el colchón, en cajas de seguridad o resguardados en el exterior. Como tampoco inversores no financieros extranjeros que les interese instalar fabricas o negocios en el país. No habrá Inversión Extranjera Directa (IED). Además, la pandemia agudiza negativamente la situación.
-Evitar que la empresa pare sus actividades y deje trabajadores en la calle. Con el desmanejo de la política macroeconómica, es decir la política monetaria, fiscal y cambiaria, cientos o miles de empresas cayeron o caerán en la misma situación. Cierre de actividades, despidos laborales aunque estén prohibidos, mínimas ventas si es que las empresas se pusieron en marcha o estén a media marcha. La gente, los trabajadores privados, están con miedo para ir a sus trabajos.
-Es de utilidad pública e interés nacional. Vicentín es una empresa privada como la mayoría de las empresas del país, sean pequeñas, medianas o grandes.
En cualquier Estado moderno existen solo unas pocas empresas públicas que se dedican a la producción de bienes o a la prestación de servicios en forma directa, como YPF, YCF, Edenor, Edesur, Aysa, Ferrocariles, Aerolíneas Argentinas-Austral y otras tantas.
Algunas se justifican y dan ganancias, otras ni se justifican ni dan ganancias. También existen muchas empresas o sociedades del estado que están concesionadas que son de interés público y general para la población.
Estos argumentos falaces no justifican ni siquiera la “intervención” y mucho menos la expropiación de Vicentín o cualquier otra.
Debe correr agua bajo el puente, mejor que no corran protestas generalizadas. Se debe respetar la Constitución, la Ley de Concursos y Quiebras Nro. 24522 y modificatoria, sin esperar la decisión del Congreso Nacional para una expropiación. Por ahora que siga en manos del Juez de la causa y del fiscal para que, en caso de llegar a algún arreglo, se homologue el concurso de acreedores.
Del más polìtico de los técnicos al más técnico de los políticos