Después de hacer la peor gestión económica y social de los últimos casi 80 años, siguen haciendo mal las cosas: será una mala administración de gobierno, un fracaso ó una exitosa estafa?
Siguen estafando a la Argentina y gran parte de su población. Ahora vaciando al ANSES y condenando a los únicos dueños de sus ahorros de retiro: la genuína jubilación.
Ayer se acabó el -Ah, pero Macri- al decidir éste bajarse de la candidatura presidencial. Y, a su vez, se profundiza la crísis de la interna del gobierno con las guerras entre kirchneristas y albertistas. Llego el fin de ambos y, quizás, una próxima implosión también del peronismo.
Hoy los que gobiernan ya no tienen candidatos ni el enemigo elegido!! Candidatos con altísima imágen negativa y un enemigo a quien no podrán achacarle la culpa de todos los males: Macri.
«para eso no es preciso mucho ingenio con ser nomás un poco despabilado, adoptas la postura de hombre serio, disparas un discurso acalorado y nadie negará que eres un genio»
Así, «si vieras qué fácil» es tan sencillo arreglar el funcionamiento de la economía y la situación de Argentina en pocos pasos -Y HACERLE TRIPAS CORAZON-:
1) Liberar los precios de bienes y servicios, eliminando la payasada de precios cuidados, precios justos, etc; 2) Liberar el tipo de cambio, el comercio exterior y eliminar las «retenciones»: 3) Liberar la tasa de interés y permitir la libre movilidad de capitales; 4) Establecer un plan antinflacionario eliminando el déficit fiscal, con reformas previsionales, reformas fiscales y reimplantando la autonomía del BCRA. 5) Recuperar la cultura de la méritocracia en la educación y el trabajo. 6) Recuperar la seguridad interna con el fortalecimiento de las fuerzas de seguridad: el ejército, la armada, la fuerza aérea, prefectura, gendarmería y policía en sus distintos niveles.
«Difícil es aquello de buscar la verdad verdadera. Difícil es poder -ELEGIR LEGISLADORES Y AUTORIDADES- que te quieran: que sientan como tú, que vibren como tú, que tengan como tú el alma sin barreras»
Ya son 40 los tipos de cambio (TC) que se manejan en la economía nacional, entre otros aparecieron el dólar Coldplay, el dólar Qatar, dólar Free Shop, dólar Cripto y muchos más que dan nombre a las cotizaciones de la divisa estadounidense.
Argentina cuenta con dólares formales e informales, luego de diversos reclamos de distintos sectores de la actividad económica. El Gobierno Nacional, perdido como turco en la neblina, no logra equilibrar al mercado cambiario.
El dólar «blue» es más popular dentro de las alternativas disponibles para los minoristas, así como el «dólar turista», que viene en dos versiones, tanto para gastos de argentinos en el exterior como para extranjeros que visitan el país.
Hace poco se impulsó el “dólar soja”, para que desde el sector agropecuario se liquidaran divisas. A raíz de esta iniciativa hubo múltiples quejas para lograr este tipo de “facilidades”, tal cómo se brindó a un subsector del campo.
Así como el reciente “dólar Coldplay”, debido a la visita de la reconocida banda británica al país, se estableció un nuevo TC para contrataciones de actividades artísticas y recreativas.
Esta locura de dispensión cambiaria, tendrá fin ?
Los tipos de cambio (TC) en Argentina son, como se mencionó, 40 que sólo sirven para mejorar el atrasado dólar oficial y permitir que no se frenen las actividades generadoras de divisas. Ellos son:
Ya no saben qué hacer, cuando los precios de la macroeconomía deberían ser únicos. Debe existir una sola tasa de interés que vincule la economía real con la economía monetaria y debe existir un único tipo de cambio que vincule la economía doméstica con la economía internacional.
Sin embargo, cuando existen tipos de cambio multiples como dólar comercial, financiero y turístico ya es un desorden en materia de política cambiaría.
Imagínense el inconmensurable despelote que se provoca en el sistema económico cuando a este se le inyectan múltiples y desordenados tipos de cambio: dólar oficial, dólar BNA, dólar contado c/liquidación, dólar MEP, dólar Solidario, dólar tarjeta, dólar Libre, dólar «soja:, dólar Qatar, dólar blue …
Sobrevivimos un verdadero desquicio económico. A manera de analogía, es como inyectar al cuerpo humano de manera desordenada una gran cantidad de «remedios» sin tener claro el problema, el diagnóstico. Se demuestra la falta de sentido común de los responsables de la administración del Estado Nacional, que de tan recurrente se ha vuelto permanente.
En octubre, con el vencimiento las Leliq y cuando el Gobierno no disponga de pesos para pagar dichos papeles la economía, que está en terapia intensiva y con respirador artificial, entrará en colapso.
Habrá que llamar al mayor de los sacerdotes para que dé el sacramento de la Iglesia Católica: la unción con el óleo sagrado a la fiel economía que se halla en inminente peligro de muerte, y rece por su alma.
Ya verán!!
Sigan con la cantinela de reclamos de planes «trabajar», de tomar espacios públicos, ministerios, colegios y con huelgas o bloqueos sindicales sin sentido, «combatiendo al capital» y a las empresas.
Qué vamos hacer cuando el gobierno nacional logre que cierre la mayoría de las empresas y dónde miercoles va a trabajar la gente, incluso la que protesta como los padres de la idiota del Colegio Mariano Acosta.
La discusión se calentó y los dos decidieron someterlo a un arbitraje. Para ello concurrieron ante el león, el Rey de la Selva; antes de llegar a un claro del bosque, donde el león estaba sentado en su trono, el burro empezó a gritar: –Su Alteza, ¿es cierto que el pasto es azul?
El león respondió: –Cierto, el pasto es azul.
El burro se apresuró y continuó: –El tigre no está de acuerdo conmigo y me contradice y molesta, por favor, castígalo.
El rey entonces declaró: –El tigre será castigado con 5 años de silencio.
El burro saltó alegremente y siguió su camino, contento y repitiendo: –El pasto es azul…
El tigre aceptó su castigo, pero antes le preguntó al león: –Su Majestad, ¿por qué me ha castigado?, después de todo, el pasto es verde.
El león respondió: –De hecho, el pasto es verde.
El tigre preguntó: –Entonces, ¿por qué me castigas?
El león respondió:
–Eso no tiene nada que ver con la pregunta de si el pasto es azul o verde. El castigo se debe a que no es posible que una criatura valiente e inteligente como tú pierda tiempo discutiendo con un burro, y encima venga a molestarme a mí con esa pregunta.
Moraleja:
La peor pérdida de tiempo es discutir con un necio y fanático a quien no le importa la verdad o la realidad, sino sólo la victoria de sus creencias e ilusiones.
No discutas con burros porque cuando la ignorancia grita, la inteligencia calla.
Del más polìtico de los técnicos al más técnico de los políticos