Archivo de la etiqueta: segundas

Infraestructura agropecuaria

Ámbito Financiero, 10/02/06

Jesús Leguiza . “Fundación de Estudios de Desarrollo Económico Regional de Argentina”(FEDERAR)

La Argentina dispone de una superficie continental de 2,7 millones de km2, o sea 270 millones de hectáreas. La producción puede crecer mucho más, dado que alrededor de 180 millones de hectáreas tienen aptitud agropecuaria y forestal. En materia de cereales y oleaginosas se puede superar tranquilamente las 100 millones de toneladas en el corto plazo, en no más de 5 años; y, en materia ganadera, existen disponibles 90 millones de hectáreas con pasturas naturales para albergar a la ganadería y al crecimiento de la misma. En poco tiempo no se puede aumentar el stock ganadero, pero puede mejorar la eficiencia de la cría y producción de terneros con un adecuado manejo: un 20 % más de terneros implica 1,5 millones de toneladas de carne por año. Por otra parte, millones de toneladas de maíz y otros granos se pueden convertir en cientos de miles de toneladas de carne de cerdo y de aves. Los gobiernos deben acompañar este posible crecimiento con obras de infraestructura, es lo único que se necesita y es lo que único que deben hacer para el campo, además de cumplir con las leyes sanitarias. Claro está, por otra parte, que deben sacar los pies de encima de la pampa húmeda, es decir las retenciones a las exportaciones, inventadas de Krieger Vasena en 1967 y aplicadas por varias administraciones débiles de ideas. Existen más de 30 millones de hectáreas aptas con la agricultura moderna, cada vez más tecnificada y eficiente. Otras 15 millones de hectáreas están listas para la forestación; hoy solo existe cerca de 1 millón de bosques implantados sumados a los 36 a 40 millones de bosques nativos. Y, por si fuera poco, todavía quedan unas 6,5 millones de has de tierras buenas sin utilizar.

Áreas de riego

Dentro de estás grandes cifras, existe más de 1,6 millones de has con irrigación, de las cuales se utiliza solo el 50 % y, la mayoría, con sistemas de riego tradicionales; el 70 % corresponde a zonas áridas y el 30 % a zonas húmedas. Similares porcentajes corresponden a la gestión pública y al ámbito privado respectivamente. La producción de frutas y otros productores regionales puede duplicarse. En materia de administración de aguas, se necesita profundizar el trabajo sobre dos ejes principales. En el eje andino se deben recuperar los sistemas de irrigación y usar nuevas tecnologías (riego presurizado, por goteo, etc). El total de hectáreas con riego representa solo el 30 % del área susceptible de ser regada en todo el país. Dentro de esta superficie, existen problemas de salinización en unas 500 mil hectáreas. De los acuíferos se extraen anualmente más de 10 mil millones de m3 de agua por año, el 66 % es usado por la ganadería, el 25 % se usa en la agricultura y el resto se destina al uso industrial y consumo municipal. Uno de los problemas más serios que tiene Argentina es la contaminación de estos acuíferos.

En el oeste cordillerano abundan las obras de infraestructura para el manejo del agua, pero falta agua; y, en el este del país, el litoral, sobra agua pero faltan obras de infraestructura, no solamente para drenar y evitar los males de las inundaciones sino para incorporar más tierras al proceso productivo sin deforestar. En ese eje del litoral, lo más importante, además del drenaje de vastas zonas, es la profundización de los causes, la ampliación y el mantenimiento de la principal vía navegable de Latinoamérica, el Río Paraná; “la Hidrovia Paraná-Paraguay (HPP) conecta a Bolivia y Brasil con el Río de la Plata. La Hidrovía tiene una extensión de más de 3.400 Kms navegables y 250 Kms más hasta el ingreso marítimo, desde Puerto Cáceres (Mato Grosso-Brasil) hasta Nueva Palmira (Uruguay). En la zona norte de esta gran vía de comunicación conformada por el Río Paraguay, el Canal Tamengo, el Río Paraná y sus afluentes, transitan alrededor de 500 embarcaciones al mes, barcazas y remolcadores que se caracterizan por tener gran capacidad para el transporte de carga masiva hasta 18.000 toneladas en un solo convoy (*)”. Aguas abajo, aumentando el calado podrían transitar los Panamax con más carga. Esta es la verdadera “vena abierta de América Latina”, por donde tiene que drenar gran parte de la producción de granos de esos países y convertirse en aceites y otros subproductos en las cercanías de Rosario, ciudad a la que la falta mejorar la circunvalación y el acceso a los puertos. El futuro está en esta región central que ya es el polo de procesamiento de soja más moderno, eficiente e importante del mundo..

Caminos y electrificación rural

Tierra adentro, en el interior de las provincias, falta mejorar los caminos rurales y extender las redes de electrificación rural, entre otras obras de infraestructura. Varias provincias del noreste están haciendo estas obras con apoyo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, a través del Programa de Servicios Agropecuarios Provinciales (PROSAP); una tremenda línea de financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial (BIRF) que se inició en 1997 con 336 millones de dólares, luego en el 2003, el BID amplió en otros 200 millones más y seguramente, en breve plazo, el BIRF no se quedará atrás con otra cifra similar.

A nivel regional los problemas de infraestructura, desde el punto de vista de la producción, son similares aunque difieren en prioridad: caminos rurales, energía rural, riego y drenaje, control de inundaciones,manejo y legislación del uso del agua subterránea, cuidado de los suelos y de los bosque naturales.En materia de infraestructura para el hábitat y la calidad de vida de los pobladores del campo las prioridades son: el acceso al agua potable, viviendas, centros de salud, escuelas y más acceso a la red de internet. Los hogares rurales superan los 2 millones de viviendas, solo un 45 % tenía energía eléctrica a mediados de los 90. En la pampa húmeda las prioridades son los desagües, el control de inundaciones, caminos y electrificación rural. En el NEA las necesidades son más caminos rurales, control de inundaciones y distribución rural de energía eléctrica; en el NOA el tema principal es salvar la obsolescencia de los sistemas de riego y, también, la falta de caminos rurales. En Cuyo, que depende de la sana administración del agua, se deben modernizar y extender los sistemas de riego, controlar el revenimiento y la salinización; y, en la Patagonia, lo mismo, faltan redes de caminos, electrificación rural y riego. Caminos y electrificación rural son el factor común: obras típicamente keynesianas, sencillas, que ocupan mucha mano de obra local y poca inversión.

Existe una red terciaria de más de 550 mil km lineales, de los cuales, el 27 % dispone la provincia de Buenos Aires, el 23 % Santa Fé y el 10 % Córdoba. El 40 % restante está distribuido entre las otras provincias. Los productores, en muchas provincias pagan tasas viales, pero ni siquiera tienen malos caminos. Los vasos capilares de la producción con los mercados son justamente los caminos rurales y la red más importante de drenaje, es justamente la que está a la vera de los caminos. El crecimiento de éstos debe ser exponencial, así como fue el crecimiento de las vías de ferrocarril; en 1865 teníamos solo 700 kms de vías férreas y 30 años después superamos los 30 mil kms. También es necesario integrar importantes ramales para aumentar la carga y el transporte por este medio, sobre todo el Ferrocarril Belgrano para atender la gran zona del chaco-oranense del NOA.

Las redes de electrificación rural satisfacen las necesidades de múltiples actividades productivas: plantas de acopio, frigoríficos, criaderos y sirven para difundir masivamente el boyero eléctrico, sencilla tecnología que permitirá revolucionar la eficiencia de la ganadería. Misiones, Chaco y Entre Ríos optaron seriamente por extender sus redes eléctricas a nivel rural. La electrificación rural permitirá aumentar las áreas irrigadas actualmente con aguas subterráneas a un costo menor porque se dejará de usar gas oil. Además está comprobado que existe una relación inversa entre estas redes (caminos y electricidad) y la pobreza rural. A mayor infraestructura, menor pobreza. Por otra parte, Mendoza, San Juan y Chubut optaron por mejorar sus sistemas de riego. La agricultura argentina va por más y está mirando nuevas tierras. Además, la ganadería de cría, recría y algo de engorde se intensificará también en nuevas tierras.

Los límites del crecimiento

Las producción del país, tanto enmateria de granos como de carnes, no tiene límites, solo los que impone el Estado Nacional con sus políticas retrógradas de retenciones y algunos ideólogos decrépitos y nostálgicos de la sustitución de importaciones. Pero no bastó con eso, ahora el Ministerio de Economía quitó los reintegros a las exportaciones, que no son premios, sino simplemente la devolución de los impuestos indirectos que pagan los productores y las agroindustrias. Desde que se creó el GATT (Acuerdo General de Comercio y Tarifas), ahora OMC, no se deben exportar impuestos. Las retenciones, que no reciben las provincias, obligaron al gobernador bonaerense a proponer el aumento del impuesto inmobiliario rural, pero recibió la protesta de todo el campo; aunque él tenga la fuerza de una ley para aumentar el impuesto inmobiliario, no tiene peso propio para imponerse a fin de que se eliminen las retenciones que son el verdadero problema, el mayor impuesto distorsivo que existe y la causa presente del atraso del desarrollo futuro; es lamentable para todo el campo argentino, y principalmente, para la pampa húmeda. Por lo menos, el 80 % de las retenciones, mientras existan, se deben utilizar a mejorar la infraestructura de puertos, el acceso a los mismos, las rutas y caminos rurales, electrificación, riego y drenaje. El gobierno debe observar con atención los problemas que se manifiestan en el campo y desde el campo, ellos porque ellos esconden grandes oportunidades.

Ganados, carne y política

Ámbito Financiero, 01/02/06

Jesús Leguiza . Fundación Federar

Desde el Gobierno se ha dicho recientemente que “el sector ganadero no invierte desde hace 30 años”.  La Sra. Ministro está en lo cierto, pero cometió una transgresión en el uso del lenguaje: una supresión. No mencionó la causa o las causas del estancamiento sectorial. Una verdad a medias es una mentira completa. La historia remarca, de manera insoslayable, que el estancamiento de la ganadería se debe justamente a las intervenciones arbitrarias y chapuceras del Estado.

La ganadería está ligada a la historia de económica del país, mejor dicho el desarrollo económico de Argentina está ligado a la ganadería. Primero las vaquerías, luego los saladeros, la producción de tasajo, el charque. A fines del siglo XIX, con la aparición de la técnica del frío y del buque francés “L’ Frigorifique”, se realizaron las primeras exportaciones de carnes a Europa. La revolución del alambrado, no fue acompañada con la canción “A desalambrar” del uruguayo Daniel Viglietti.  En sociedad con la incipiente economía industrial inglesa se construyeron los puertos y los ferrocarriles, todo para exportar carnes. Después vinieron los granos.

En los años 30 tuvimos el gran debate de las carnes, el famoso pacto Roca-Ruciman fue para mantener una porción del mercado externo cuando la Corona inglesa dió preferencias de los países del Commonwealth; las acaloradas discusiones de Lisandro de la Torre; la muerte del Senador en el Congreso Nacional, etc.  Se creó la Junta Nacional de Carnes (JNC) y la Corporación Argentina de Productores (CAP). En el primer gobierno de Perón aparecieron, de manera abrupta, las intervenciones directas del Estado con el IAPI. A medida que pasaron los años, el Estado se fue enrollando, cada vez más, en su ambición de “intervenir los mercados” bajo el prurito superficial de que la mano invisible de Adam Smith no puede solucionar las “imperfecciones” del mismo y en la creencia que un grupo de burócratas saben más que millones de consumidores y cientos de miles de productores.

Las intervenciones del Estado, excepto la regulaciones técnicas de tipificación y de promoción de la ex Junta Nacional de Carnes, todas han sido desastrosas: vedas, precios máximos, cuotas, retenciones, registros, etc. Por ejemplo, la veda de los viernes de 1952, la veda de dos días a la semana en 1962; la veda de dos semanas en 1972. También en los años 1968, ‘70 y ‘71 aparecieron las cuotas de faena. De las retenciones ni hablar y los precios máximos, en varias oportunidades, mostraron exceso de voluntarismo y nada de habilidad. Todas estas medidas ocasionaron desabastecimiento, mercado negro, baja de calidad y aumento de precios; y, cuando no, corrupción o mercados cautivos para algunos empresarios de la “industria nacional” como sucedió ahora con los lácteos. ¿Bajaron los precios de los lácteos?.

En la actualidad, con igual grado de precariedad conceptual, aparecieron los kilos mínimos de faena con el resultado igualmente desastroso, de tal forma que hubo que prorrogar y/o modificar varias veces la Resolución Nro. 645/05 de la SAGPyA. Los efectos iniciales fueron contrarios a los pretendidos, subió más el precio del ganado y de la carne. Se frenó la venta de terneros pero aumentó la venta de vaquillonas (futuras madres). No se puede acusar de avaros, especuladores o abusadores a los ganaderos; esto es lo mismo que enojarse con el termómetro cuando uno tiene fiebre. La inflación no podrá ser controlada con la histeria de intervenir el mercado de ganados y carnes, aunque sea con un registro para otorgar permiso a los exportadores. Más permisos más corrupción. La inflación tiene otras causas, las cuales han sido varias veces explicadas en esta misma columna. El ganadero no tiene nada que ver y los acuerdos de precios no pueden garantizar nada, excepto por el congelamiento de salarios que la UIA, seguramente, suscribirá por un lapso de 5 a 10 años para “acompañar” al Gobierno y garantizar la estabilidad monetaria y el bienestar de los consumidores.

Ante estos mensajes intervensionistas, con la habilidad de hacer bien las cosas malas y hacer mal las cosas buenas, el Estado nuevamente se confunde y hace confundir a la máxima autoridad del país, el Presidente. El ganadero argentino, no fija precios, el mercado de Liniers representa solo un pequeño porcentaje del mercado de ganados, el ganadero no pertenece a un sector que concentró riqueza en los ’90, no existe más la oligarquía vacuna y terrateniente, Vélez Sársfield se encargó de ellos. Por el dólar alto los grandes frigoríficos pasaron ahora a manos extranjeras. Lo lamentable es que se pretenda anclar en el inconciente colectivo la idea de lucha entre pares, la sociedad (los consumidores) contra los ganaderos, como si estos no formaran parte de la sociedad ó cómo si éstos no hubieran votado al actual Gobierno. No alcanzaran los piqueteros para abrir las puertas de 200.000 tranqueras distribuidas en todo el territorio, desde la Quiaca hasta las cercanías de Ushuaia. Nadie es más genuino cuidador del territorio nacional que los ganaderos argentinos, pero lamentablemente están dispersos y no tienen a nadie quien los cuide. El abigeato y los robos en los establecimientos rurales son el pan de cada día,pero de los ladrones.

Señores, lo importarte es la promoción estatal y políticas regionales activas para la producción de bovinos y, por ende, de más carne vacuna y exportación de éstas. Es muy sencillo lo que se necesita: a) que el Estado no se meta en los mercados; y, b) que el Estado no cobre impuestos demás: al patrimonio, a los bienes personales, el inmobiliario rural, renta presunta, tasa vial para caminos que no sirven. Cuatro imposiciones gravan el mismo bien. Que actualice el mínimo no imponible de Ganancias. Con 100 mm de lluvia no se puede enviar hacienda a los mercados; esto no es especulación del ganadero, es ineficiencia del sector público para mantener caminos. La mayoría de los municipios transformados en “cuida precios”no hacen su trabajo: cuidar los caminos rurales.

El hecho que el stock ganadero no haya crecido, no quiere decir que no ha habido inversión en el sector; a pesar de la intervención del Estado hubo mucha inversión en la actividad. El rodeo a pesar de ser similar en cantidad es de muchísimo mejor en calidad. Se puede mejorar el porcentaje de preñez, de parición, de destete. Se puede mejorar el manejo del rodeo y las pasturas. La ganadería dió espacio a la agricultura y ocupó nuevas tierras.El negocio de la cría y el engorde es de rentabilidad baja, igual o un poco más que una caja de ahorros o un plazo fijo en una economía sin inflación. Un ganadero mediano, gana menos que un empleado público jerarquizado. La única ventaja que tiene la ganadería, en épocas de inflación, es que el precio se ajusta casi automáticametne, como un valor indexado. Pero aquí el Estado no puede decir mucho, ni criticar, porque él mismo promociona los nuevos bonos en pesos ajustables por CER. Éstos son cuasi los Valores Nacionales Ajustables (VANA) de mediados de los ’70 (con ellos nació la famosa frase “bicicleta financiera”). Lo que se está haciendo es indexar parte de la economía y eso sí es echar leña al fuego, es soplar sobre las brasas de la inflación. Además, del aumento del gasto público y del aumento de la oferta monetaria.

Ha sido oportuno y hasta leal de parte de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) no haber firmado el Acuerdo exigido por el Gobierno, que de por sí es incumplible por parte del mismo Ministerio de Economía y Producción. No podrá garantizar siquiera el primer punto de su compromiso (VI – item “a”): “Contribuir a la estabilidad macrosectorial a los efectos de evitar aumentos significativos en los componentes de costos de las empresas”Uno se pregunta: ¿no habrá aumentos de impuestos, de salarios, de tarifas, de tipo de cambio, de combustibles, etc?. Un poco arriesgado o demasiado improvisado. El ganadero o cualquier otro productor agropecuario, ¿pidió la devaluación, pidió la pesificación, mantiene el tipo de cambio a más de 3 pesos?. No tiene lógica comprar insumos importados a 3 y vender el producto a un dólar de 2,4 pesos; la incongruencia no es suya. Si el Gobierno comprende esta situación, este reclamo, seguro que podrá contar con los ganaderos y demás productores del campo y sus dirigentes. Hace falta un poco de consideración, de respeto y de comunicación más directa.

La prohibición de fumar y el trabajo de 50.000 familias

Ambito Financiero, 09/11/2005
Jesús Leguiza – Fundación FEDERAR

Sin duda fumar hace mal a la salud, al igual que beber alcohol en exceso. Uno se pregunta, porqué no se prohíbe el consumo de cerveza o de vino, incluso de agua. !El veneno está en la dosis!. Hay gente que muere de cáncer en los pulmones y ni siquiera ha probado un cigarrillo en su vida; en los ´70 se decía que el ciclamato, que contiene o contenían las gaseosas colas, hacía daño, claro había que beber más de 350 latitas diarias y durante 70 años para provocarse daño. Hasta el agua hace mal si el cuerpo humano se sobre-hidrata; es más, mucha gente muere ahogada, pero no por ello se eliminarán los ríos y los océanos. No trata necesariamente de una defensa al acto de fumar o a la producción de tabaco, el tema central es cómo dar trabajo a 50.000 familias tabacaleras. Es verdad que el artículo 42 de la Constitución Nacional reconoce en forma explícita la protección y el derecho a la salud; también en la misma se plasma, con igual énfasis los derechos a la libertad de elección y a condiciones de trato equitativo y digno. Es necesario pensar y legislar en función de la gente con sentido amplio y de amplia cobertura territorial, es decir para todos los argentinos. El federalismo no es la suma de compartimentos unitarios estancos.

Está claro que se busca proteger la salud de los consumidores, sin embargo, ¿que hay respecto de su dignidad?. ¿No es un poco facistoide obligar a hacinarse en un cuarto cerrado a quien ha elegido libremente fumar?. ¿Es equitativo destinar como máximo el 30% del área de un local comercial al sector de fumadores, cuando anteriormente esa superficie rondaba el 80%?. ¿Porque no pueden haber negocios enteros para fumadores?.

Municipio porteño

Una verdad a medias, es una mentira completa y una ley a medias es una injusticia completa. Con las sucesivas “inquietudes inquisidoras para prohibir fumar en público”el gobierno de la ciudad (la municipalidad porteña) debería ofrecer una opción válida también a miles de familias del norte argentino. El municipio más rico del país debería pensar en los trabajadores o productores pobres del norte que viven del campo y de la producción de tabaco. La prohibición de fumar en locales públicos es, además, un avasallamiento a los derechos individuales, también es un atropello a los derechos constitucionales de trabajar de una gran cantidad de pobladores de importantes zonas de Misiones, Corrientes, Tucumán, Salta, Jujuy y en menor medida del Chaco y Catamarca.

En otro orden, el gobierno federal puede entrar en contradicción o incongruencias si acepta iniciativas de esta naturaleza. Uno de los impuestos más importantes que tiene el estado nacional, son justamente los gravámenes internos (bebidas alcohólicas, gaseosas, cigarrillos, artículos suntuarios, etc). Solo por las estampillas que llevan las marquillas de los cigarrillos nacionales y que las tabacaleras adquieren al contado y en forma anticipada al acto de venta, el Estado recauda más de $ 1.300 millones de dólares por año. Un tercio de las retenciones a las exportaciones del agro. El Fondo Especial del Tabaco (FET), es el equivalente a un 7 % de esa recaudación del Estado, y está regulado por la ley 19.800, del año 67; una especie de sistema de precios administrados o precios sostén inventado por el ministerio del Sr. Krieger Vasena.Esta ley ya fue cuestionada en los ‘90, pero los tabacaleros resistieron. También fue cuestionada por la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 1996.Ahora la OMS logró que la Argentina, firmara un tratado internacional, el “Convenio Marco para el Control de Tabaco”, que requiere la ratificación del Congreso Nacional.

Un 80 % del FET que se destinaba a compensar la producción en función de los kilos producidos por cada unidad agrícola; en el ‘197 hubo transformar en aportes indirectos no retributivos a los factores de la producción, pasó a ser “caja verde”, o sea, apoyos que no distorsionan al comercio internacional según las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).El 20 % restante se destinaba a la reconversión tabacalera, es decir para facilitar el traspaso de los tabacaleros a otras actividades productivas.Un caso inverso fue, por ejemplo, Misiones: miles de colonos, propietarios y productores de yerba mate, té, mandioca y algodón se reconvirtieron, desde 1980, a la producción tabacalera por la existencia del FET.

Dirigentes tabacaleros

Entre los dirigentes tabacaleros nunca hubo una clara percepción de largo plazo, solo entendían, se enpecinaban y defendían aumentar la producción para competir, desde sus territorios,por una mayor producción y una mayor porción del FET.Se generaban, entonces, excedentes de producción que solo se podía exportar; así nacieron las cooperativas tabacaleras. Lo que sucede es que las exportaciones no generaban ni generan impuestos internos, entonces, a medida que crecía o crece la producción el sistema entraba en crisis, dado que disminuía, en términos relativos, el sobreprecio o la compensación que recibían los mismos productores por kilogramo obtenido; también esas cooperativas, pretendían “mantener los ingresos reales” de sus asociados pagando más. Así entraron en sucesivas o recurrentes quiebras y terminaron en manos de dealers.

Los legisladores del Gobierno de la Ciudad, se olvidan que gran parte de la población de la Capital Federal no nació en Recoleta, Caballito o en cualquiera de los “50 barrios porteños”; muchísimos nacieron tierra adentro y la mayoría precisamente en el norte. La ley que amplía las prohibiciones de fumar, para ser completa, debe asegurar medidas de apoyo directo para la reconversión productiva de esas 50 mil familias; éstas deben tener una opción de producción similar y como mínimo igual a la actividad que actualmente desarrollan. La ciudad de Buenos Aires debería, si actúa con inteligencia y equidad, aportar recursos de sus residentes, por unos 200 millones de pesos por año para sustituir al Fondo Especial del Tabaco y crear un Fondo para la Reconversión Tabacalera, tal como se ha previsto, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) implementar sistemas de ayudas y apoyos para la diversificación de la producción.

Los tabacaleros, y principalmente los dirigentes, se tienen que preparar porque con un tratado internacional en marcha de ratificación, solo pueden ayudar en la reconversión productiva en serio; lamentablemente, si ello no se logra, los damnificados serán los más débiles, los trabajadores rurales y los pequeños productores en situación de pobreza.

Noticia: Suman proyecto para aprovechar la soja

Ambito Financiero, 05/05/04

Una propuesta con le fin de colaborar con la FAO en la lucha contra el hambre en el mundo fue presentada por Jesús Leguiza, Secretario Ejecutivo de la Fundación FEDERAR, aprovechando la visita del director Genral de la FAO, Jaques Diouf, organismo con de Nacione Unidas y con sede en Roma (Italia).

La soja es un cultivo milenario originario del Lejano Oriente que ha proliferado por todos los continentes. En América, los principales productores y exportadores son Estados Unidos, Brasil y la Argentina. Este último el el principal productor muncial de aceite de soja y subproductos.

La mayor utilización de los granos se destina a la alimentación animal. Sin embargo, hoy en día, la soja empezó a llamar la atención de los nutricionistas, para complementar la alimenación humana. Aquí, en la Argentina, se ha logrado una trascendente innovación tecnológica. Por iniciativa privada se creó un procedimiento (proceso industrial) único de tostificación del grano de soja que permite que el mismo mantenga casi el 100 % de las proteínas originales, es decir hasta un 40 % de su propio peso. El grano de soja, previo al consumo, debe ser cocido para eliminar el exceso de actividad uréica y la antitripsina, que es una enzima inhibitoria de la tripsina, la cual es generada por el organismo para permitir la absorción de la proteínas.

Además las proteínas de soja son solubles en agua, lo cual implica que los procedimientos habituales para su «desactivación», la cocción, ocasionan la pédida de la mayor parte o casi la totalidad de la proteínas. El proceso industrial, creado por el Ing. Juan Sirne, quien cuenta con el apoyo de FEDERAR, permite la elaboración de granos de soja tostado por aire caliente (enteros, triturados, y/o en polvo). La caracteística distintiva es haber logrado un poducto intgral y precocido que puede ser consumido directamente.

Este producto innovador constituye la base ideal para la provisión de alimentos a gran escala y a bajo costo, incluso minimiza los costos de trasporte y de cocción de los alimentos; es ideal para las zonas de muchas necesidades y escacéz de energía para cocinar, es decir leña.

Leguiza, ofrecio la tecnología innovadora a la FAO para ayudar a combatir el hambre; y, por sobre todo, la desnutrición en el mundo. Es importante destacar dijo a Diouf: «que el hambre se combate con hidratos de carbono y la desnutrición con proteínas  Esta tecnología permitirá, por ejemplo, que el Plan Hambre Cero de Brasil tenga verdadera consistencia técnica y factbilidad económica. Lo mismo se podrá realizar en innumerables países a través del Plan alimentario Mundial  que administra su organización»